martes, 10 de mayo de 2016

Educación artística, imaginario, performance viva

Estamos en la recta final de un proceso apasionante, este año hemos trabajado en educación artística con el cuento de hadas Blancanieves, nos hemos enfrentado al problema del mal, de la inocencia y a la forma en que los cuentos de hadas reflejan nuestra vida, y por ello continúan de plena actualidad. A lo largo de las clases, desde que observamos cómo afrontar el miedo que nos transmiten nuestros sueños con un antídoto, pasando por los disfraces que no lo parecen y los colores que imaginamos encarnan un arquetipo del cuento, a nuevos antídotos ante tanta maldad y muerte y un baile para conjurar un mal encuentro, hemos paseado y llegado incluso a realizar una salida arquetípica, poblada de experiencia, de performance de vivencia.
Ahora estamos aquí, terminando, concluyendo. Hemos aprendido a ponernos de acuerdo, cosa que no es fácil porque cada cual tiene su pequeño carácter. Pero lo hemos conseguido. Del grupo salió la idea de hacer un audiovisual que reinterpretara el cuento y de las iniciales imaginaciones donde ya nos veíamos entrando en Hollywood por la puerta grande (mi amiga Diana que trabaja allí en la escuela de cine nos colaría un poco), bueno pues de eso la cosa se ha ido haciendo proceso y proceso, y ha sido muy verdadero y muy paso a paso y cada cual puso la energía que sintió e invirtió el tiempo que quiso o pudo. Pues el tiempo es lo más valioso que tenemos.
El próximo jueves 12 realizaremos una acción, como propuso Silvia a la forma de las reuniones de adictos (o ex adictos) adaptada al formato aula. En esta acción Blancanieves y la bruja se transmitirán mutuamente su esencia y se harán una. La bruja se clarificará y verá que en sí tiene luz y capacidad de bien. Y Blancanieves se oscurecerá, y sabrá que si no es mala es porque no le da la gana, y que es fuerte, y que podría hacer mucho daño, pero mejor es que su energía sea justa para protegerse a ella y a los demás. No hace falta enfadarse. No nos enfademos, dejemos que se nos deslice la alegría y ante el mal, saquemos la firmeza, si hace falta que se vea nuestro fuego, pero sin enfadarnos.


martes, 19 de abril de 2016

Errancia arquetípica. La integración de los opuestos


Cuando planteamos una deriva arquetípica entre las actividades de este año estábamos ya trabajando los arquetipos del cuento de hadas Blancanieves. El proceso de incubación por parte del grupo ha sido fascinante y lleno de variaciones, ha pasado diversas etapas.
Ahora ya a las puertas de la experiencia tenemos el plan de viaje previsto. Ha sido decidido en el grupo y hemos construido unas normas para ser cumplidas durante la errancia así como unos códigos de nuestra experiencia.
No hacer daño a los demás
Cumplir las normas, no irse sin avisar
Se encuentra a Blancanieves hasta tres veces y se la deja ir

Pensando en las iconografías

La importancia de estar de acuerdo, solo un voto en contra de entre todos los que votaron
En la deriva habrá brujas y blancanieves, cada cual decidirá qué personaje arquetípico encarna. Y también una gama de un color para vestirse, puede ser cualquier color pero la gama ha de ser contundente (si es amarillo que quede claro, o rosa, o marrón o lo que sea). Las brujas llevarán pañuelo a la cabeza acorde a la ropa. Las blancanieves flores en el pelo tipo guirnalda o diadema. De esta forma se sabrá quién es bruja y quién es blancanieves.
Como seguramente tengamos un día fresco conviene proveer un abrigo acorde de color.
Todo el mundo llevará una foto de su cara con el nombre detrás.
Se utilizará para saber, por azar, a quién perseguir. Las brujas persiguen las blancanieves.
Además de esto se anima a llevar una pregunta escrita y guardada para que las imágenes simbólicas y demás formas en que lo inconsciente se manifiesta, nos hablen. Es conveniente releer la anterior entrada de este blog donde se explica el asunto de las derivas de forma genérica.
En la experiencia estaré acompañada por Mónica Aranegui. Juntas realizaremos una intervención performática paralela a las derivas y persecuciones del grupo con el que interactuaremos nosotras dos. 
Mucho ánimo e ilusión ante la épica experiencia que tenemos por delante, una auténtica unión de contrarios, matrimonio místico en el que esperemos, saldremos fortalecidos, más conscientes, más sabios, más felices, con más deseos de aprender.

jueves, 7 de abril de 2016

Preparando la deriva arquetípica Blancanievil



Unas pinceladas para ir contorneando nuestra errancia-deriva Blancanievil.
Lo he extraído de una propuesta del blog privado de arte terapia:

Propongo una errancia, una deriva arquetípica. 
A modo de ejercicio de conexión dentro-fuera-dentro.
Iniciamos desde un punto de salida.
Fijamos uno de cierre.
Comenzamos la marcha.
Observamos lo que ocurre en nuestro cuerpo, nuestras sensaciones (cosquilleos, dolores etc...).
Otras sensaciones (frío, calor, etc...).
Nuestros sentimientos.
Los pensamientos que afloren.
Relacionamos con lo que vemos fuera. Símbolos, imágenes, palabras. Objetos que encontramos, personas que vemos...
Podemos registrar en un cuadernillo, tomar alguna foto.
Podemos también llevar una pregunta apuntada a la espera de una respuesta.
La respuesta podrá llegar también en un sueño alguna de las noches siguientes, o como una certeza que sentiremos en el cuerpo.
Un ejemplo de errancia arquetípica (y esta nuestra aventura, vendrá Mónica Aranegui también).
La casa que nos habita, ejemplo de una errancia en compañía

domingo, 13 de marzo de 2016

La mala reputación del color rosa y una propuesta para el aula

En nuestra última clase cuando estábamos ya en ese tiempo tranquilo de la última hora de repente apareció el tema del color rosa, y a mi se me ocurrió proponer el día del color rosa, todos vestidos de rosa, con comida, objetos etc rosas, porque lo desarrollamos en talleres con otros colores y otros grupos y fue muy interesante.
La cosa es que primero la idea pareció gustar, pero enseguida se vio que había personas francamente incómodas, no les gustaba nada esto de venir de rosa. Estuvo muy bien porque dio pie a reflexionar. Efectivamente el rosa es un color denostado, se asocia a lo femenino y por tanto a la mujer. Aunque en el planteamiento la idea es que viniera todo el mundo de rosa (chicos incluidos) lo cierto es que aquello molestaba a las mujeres, porque a esa hora ya no había hombres en la clase. Pudimos ver cómo el color rosa es muy controvertido, por una parte, comercialmente y en tradición cultural se asocia a las niñas y se adjudica como color característico. Las tiendas están llenas de cosas rosas, y son para niñas. Para los niños el color es el azul, pero curiosamente, este color no resulta tan desagradable ni molesto y si hiciéramos un día del color azul tengo la sensación de que no produciría ese malestar, aun cuando sea el color atribuido a los varoncitos... ¿verdad que da que pensar? qué tendrá de malo y desagradable el color rosa... en sus diferentes versiones, del magenta primario más vibrante a un rosa palo, yo sinceramente no le veo lo malo por ninguna parte. Pero como está asociado a las niñas, pues lo vemos ñoño, nos parece estereotipado... y vuelvo a mirar el azul, y me inquieta. El azul no tiene mala prensa, es un color que nos hace pensar en tranquilidad, es un color elegante, lo usa todo el mundo... (el rosa no lo usa todo el mundo con naturalidad como el azul, aunque se hinchen las tiendas a vender cosas para niñas en florido rosa).
Me parece muy injusto, y una vez más, tengo la sensación de que se trata de un problema de poder, de autoridad de sexo-género detrás de este asunto del color. Cosa que sufrimos todos, hombres y mujeres, porque pensad en un hombre que le encante la gama de rosas y trabaje en un banco, por ejemplo. Podría parecer poco importante tanta historia por un color, pero detrás de este detalle hay ese valor cultural que no se dice directamente, a saber: lo adscrito a la mujer es inferior y por lo tanto degradante (podemos incluir aquí, color rosa, falda, tacones, maquillaje, etc todo lo que un hombre solo podría usar en condiciones carnavalescas o con una finalidad determinada que lo justifique). Y es algo de nuestra historia reciente, pues los tacones los usaban también los hombres en las cortes europeas antiguamente, y el color rosa también fue utilizado por ellos en ciertos ambientes aristocráticos (recordando sobre todo iconografías pictóricas, haced memoria).
Después de esta reflexión y esta oportunidad que apareció en la clase, y del comentario de otra compañera que indicó que si la performance se podía hacer sin sentirla (por el sentido performático que puede tener ir vestido de un color, si bien he de decir que performativamente es algo sencillo con una carga relativa, pero que depende, como se ha visto con el espinoso rosa), y otra más que dijo que si cada cual eligiera un color... pues bien, según el proceso que estamos siguiendo con el cuento de Blancanieves propongo lo siguiente:
  • Para la próxima clase del 17 de marzo, incubar un personaje del cuento y asociarlo a una gama de color, puede ser cualquier color, pero tiene que ser una gama de color. Entonces: un personaje del cuento al que le asociamos un color, venimos ese día vestidos de esa gama de colores, todo lo posible, es decir de cabeza a pies.
  • Llevamos también un objeto que nos atraiga por su color fundamentalmente y que consideremos podría ser un antídoto al peine envenenado, las joyas emponzoñadas, las flores mortíferas o la manzana fatal, según las versiones del cuento. 
En la clase mostraremos las gamas de colores elegidas, observaremos coincidencias en la asociación de personajes y/colores y también compartiremos esos objetos salvíficos.
Feliz incubación.

viernes, 11 de marzo de 2016

Sobre infancia, infantilismo, vergüenza y sinvergonzonería

Versión del cuento según los Grimm del año 1941
Ayer y siguiendo nuestro proceso de construcción de una nueva historia del cuento de Blancanieves, nos encontramos con varios conceptos importantes a reflexionar. Apareció el tema de la vergüenza cuando nos pusimos a realizar ese baile que conjurara a la bruja (no estamos muy acostumbrados a movernos en ambientes fuera de espacios rituales y ayudados de alcohol u otras sustancias). Ahí se trataba de bailar y verdaderamente sentir el baile y conjurar ese mal, porque todo había partido de un hecho sincrónico que lancé al grupo, y nos venía muy bien para la puesta en marcha de la energía arquetípica del cuento, una puesta en movimiento desde lo positivo.
Comencé a bailar con Daniella sin música, y luego con música fuimos animando a los demás, las compañeras se incorporaron poco a poco. Es normal la vergüenza con el cuerpo a estas edades jóvenes. Me acuerdo del libro de Shinoda Bolen sobre las ancianas, ancianas esplendorosas, que disfrutan, se ríen, no se quejan... no tienen la vergüenza paralizante de la juventud. También de Pinkola Estés en su libro La danse des grand-mères la danza de las abuelas, en este libro se cuenta que tradicionalmente la misa daba una presencia muy importante a la danza, cosa que luego se fue recortando hasta desaparecer, pero en la ceremonia nupcial "Il existe une tradition ancienne, qui veut que lorsqu'une fille se marie, les vieilles femmes essaient de tuer le marié avant qu'il gagne la chambre nuptial. Et leur arme, c'est la danse" (Existe una antigua tradición, que hace que cuando una chica se casa, las viejas tratan de matar al casado antes de que gane el lecho nupcial. Y su arma es la danza). Efectivamente la tradición que relata el libro es una en que las cuatro abuelas bailan con el novio hasta que lo dejan prácticamente exhausto, y es en ese punto donde le es permitido el paso a la compañía de su novia, a la que las abuelas dicen que está bien el marido, que ya lo han probado en el baile y piensan que podrá hacerla feliz. El poder de esas abuelas es enorme y su falta de vergüenza también, no temen la crítica, están por encima de eso, tienen enorme seguridad en sus viejos pero poderosos cuerpos, y mucha energía (bailan hasta derrotar a veinticinco jóvenes caballeros según el relato, incluido el novio). Sería bueno aprender de esta falta de vergüenza en la juventud para no perder oportunidades de disfrute en que permitirse sencillamente "ser".
Otra cosa es la sinvergonzonería, ahí lo que se juega es otra cosa, es la falta de límite en el respeto ajeno, es la burla de la ley que solamente se acata para evitar la pena, no por convicción ni por ética ni por solidaridad, el sinvergüenza no tiene más límite que su cobardía.
El otro importante asunto que apareció fue el infantilismo. Resulta que estamos en un mundo que estéticamente poblamos de imágenes dulces y amables para consumo infantil, estereotipadas, mientras por otra parte todo suena a violencia y a falta de valores. Los niños se crían en esta paradójica papilla cultural. En nuestro grupo no podía ser menos, por eso en la lluvia de ideas para el guión del cuento aparecieron algunas llenas de transgresión, de traspaso de límite, de supuesta anormalidad, y a la vez, y en su frente, otras de magia y suavidad. Se podía ver un interés por aligerar la carga y proteger al niño (quizás al niño interno) en estas visiones. Lo cierto es que no hay tal frontera entre niños y adultos, precisamente porque todos convivimos en un mismo espacio cultural, podemos proteger a los niños y educarles para diferenciar al depredador, a lo que hace daño, pero no podemos aislarles del dolor, la pérdida, la violencia, la injusticia, la frustración y el fracaso. Los cuentos tradicionales son enseñanzas para vivir, hasta no hace tanto el estatus de niño no estaba claro como ahora, y en una parte hemos avanzado en protección de la infancia pero también otras cosas se han desnaturalizado, sigue habiendo pederastia, no sabemos si más que antes, y también niños con el síndrome del emperador, pequeños tiranos sin límites. El abonitamiento, concepto que utiliza mi compañero Pablo Romero, es un síndrome estético de adultos que tratan de hacer un producto amable a los niños, pero verdaderamente hacemos de las criaturas nuestras cosas, los vestimos a nuestro gusto y les indicamos lo que ha de interesarles, es raro tenerles verdaderamente en cuenta desde su identidad preciosa y con la enseñanza de justos límites. 
No veo clara la frontera niños adultos, en lo más profundo del ser todo es permanente. Siento un sabio cuando me acerco a veces a un niño, o a un déspota, depende el caso. Y cuando es a un adulto, también en ocasiones encuentro una criatura malcriada y reactiva.
Es un gran reto versionar un cuento de hadas tan potente como Blancanieves donde juegan la inocencia y el mal un combate sin par. Y rehacerlo, desde una profunda incubación, puede ser un proceso maravilloso.

martes, 23 de febrero de 2016

La necesidad de abrir la brecha


Durante la clase en la que mostramos ese particular disfraz -que no lo parecía- poniéndonos en otra piel, llevando algo que normalmente no llevamos, realizando algo que no habíamos conseguido aun y volviendo positivamente a la infancia, lo que se produjo fue un abrir la brecha hacia el centro (del ser), pasando por ese paisaje vulnerable, pero que una vez aceptado y sanado, nos hace fuertes.
Lo que apareció en los diferentes discursos tuvo mucho de lo que las teorías psicoanalíticas junguianas mencionan como la sombra. Era lógico, ponernos en otra piel es una buena oportunidad para entrar en contacto con una parte propia proyectada en el otro, aun no vivida en el ego, pero que una vez integrada nos hace más completos, más capaces.
La experiencia nos hizo navegar por mares de emoción, donde hubo mucha empatía. Se trató de una experiencia verdaderamente arte terapéutica. Una aplicación de la arte terapia en la educación artística donde el grupo funcionó como contenedor de todas esas emociones. Fuimos uno/una  en los relatos en cada cuerpo/alma expuesta. 
Lo que se mostró no dejó de ser misterioso, la verdad profunda de cada cual solo compete a cada cual, afirmo otra vez, lo que pudimos hacer es a nuestra vez proyectarnos en cada compañero que tuvo la valentía de mostrar su transformación y compartirla.
Agradezco a todos por esa tarde inolvidable.

miércoles, 10 de febrero de 2016

El disfraz más sutil y contundente, ponerte en otra piel


En nuestra última clase, de repente, una compañera tomó consciencia de que estábamos por el tiempo de Carnaval y entonces propuso que viniéramos a clase disfrazados. Es verdad a los niños les encanta disfrazarse y a los adultos, con nuestro niño interno ahí apostado, pues también.
Entonces yo os conté el trabajo que hemos hecho alguna vez en que tomamos conciencia de que siempre vamos disfrazados, que cada prenda, cada gesto es cultural y a la vez una construcción muy propia y cómo en esas ocasiones, he propuesto a los compañeros que indicaran momentos de la vida para el que nos colocamos en un papel y una iconografía determinada... y decían: para ir a misa, para ir al baile, para ir de copas, para un funeral, para ir al médico, a la playa, a presentar un programa de la tele... qué divertido. Pero no lo sabían, luego sorteábamos los "para" y había que venir a clase del para en cuestión pero con la mayor coherencia posible, no fuera a parecer un disfraz.
Esta actividad es realmente muy divertida e interesante, se ven muchas cosas, caemos en la cuenta de muchos aspectos visuales que están ocultos en gestos inconscientes.
Pero esta vez, vamos a ir más allá, un paso más, más sutil, más profundo, mis valientes.
Vamos a buscar traer el próximo jueves, vestidos y uncidos de otra identidad, porque llevaremos algo que no llevamos normalmente, haciéndonos pasar por un otro (en toda coherencia), que nos haga sacar de su guarida al niño interno y que se alegre. Poniéndonos en la piel de otra persona, de algo que no somos normalmente pero que hemos deseado y hasta ahora no hemos conseguido.
Ha de ser muy sutil, es así, es un disfraz pero no lo ha de parecer, solo los que nos conocen lo van a notar.
Nos habitan tantos personajes, tantos yo están en nosotros... saquemos de la sombra un aspecto y que se haga la luz.
PD como os he estado indicando en facebook recomiendo mucho ir asumiendo esa identidad días antes para que adquiera la normalidad necesaria, la "normalidad" es fundamental en estos casos.

Sobre los contenidos de la asignatura: alimentarnos y digerir bien para estar felices


Querida familia, dada la perplejidad que imagino que a algunos suscita el tipo de fluir que utilizamos en el desarrollo de las clases. Frente a la preocupación por los contenidos y para un mejor aprovechamiento, aunque yo os veo utilizar vuestros cuadernos de bitácoras en clase, os animo a que no dejéis de apuntar los asuntos que vayan surgiendo en nuestra hoja de ruta. Estos servirán para que profundicéis después en vuestros blogs. Podrán ser motivo de retroalimentación para volver sobre los temas que consideremos más importantes, a profundizar y mejor disfrutarlos.
Así nuestro proceso de aula estará verdaderamente vivo, teoría-práctica-respiración-emoción-pálpito
La creatividad no puede crecer que en un terreno bien regado.
Yo tengo mi propio cuaderno donde apunto a posteriori las cosas más importantes que pasaron y subrayo los temas abordados, algunos con la sensación de que volveremos a ellos, por la importancia que tienen:
Así es la educación artística desde la interdisciplinariedad, la cultura visual, la producción de sentido y la educación emocional.
Mirad algunos asuntos que voy apuntando:
  • Conocernos, cultivar el mundo interior.
  • Mirar al otro a los ojos, ponerle verdadera atención. Sentir que lo que expresa también me identifica.
  • Las pesadillas, los malos sueños que traen importantes mensajes, la forma en que compartimos este imaginario.
  • Los miedos, frenos y ayudantes en el vivir (alertas del instinto).
  • Antídotos. El poder de la imagen en la construcción de estos conceptos. Objetos-imagen.
  • Lo que dio de sí un taller en un aula de doctorado y el trabajo con los miedos y las amenazas.
  • Decidir hacer un atrapa-miedos gracias a lo que los niños de cinco años inventaron tras un proceso importante en que trabajaron con sus propios sustos.
  • El mundo símbolo y el ritual encarnado en las performances (y vamos paseando por varias desde las mías posbolonias, a Marina Abramovich, Nieves Correa, Mónica Aranegui...). Vemos que la performance se une a la vida, porque hablamos de abrazos y aparece Mónica, hablamos de dolor de amor (el peor el que produce el psicópata) y aparece Marina.
  • El poder de la relajación y las visualizaciones, experimentamos dejar salir el humo negro y llenarnos de luz y energía positiva.
  • El problema del mal y su presencia en la escuela (el bulling y el caso del niño que se ha suicidado), la psicopatía, la no- empatía, en la vida social y en la vida íntima.
  • El mandala como imagen del centro, figura mágica y protectora, poderosa.
  • El fluir unido al trabajo creativo, cuando el tiempo se pasa volando en una clase.
  • La máscara social, el producto del ego, miríada de subproductos, el ego onírico y sus tantas máscaras.
  • ¿Qué es un disfraz?
  • El poder de hacer asamblea y disfrutarlo dos veces si es posible, cada clase.



Algunas indicaciones para el trabajo en los blogs de equipo, el vídeo final y la evaluación

A la hora de organizar la estructura de vuestros blogs os hago unas recomendaciones:
  • Es importante personalizar con una imagen de fondo. Recordad que lo que generalmente se ve es un conjunto estético, por eso muchas imágenes fragmentadas suelen hacer perder fuerza y confunden.
  • Cuidad la estética. Los colores que utilicéis para fondos, y las letras. Lo más importante es que se vea bien. Los blogs son para leerlos.
  • Si utilizáis imágenes hay que decir la procedencia, si son vuestras lo decís. Si son sacadas de internet copiáis el link y ponéis la fecha en que la encontrasteis, porque en internet las cosas a veces desaparecen. Con vídeos lo mismo.
  • Si os inspiráis en textos citad vuestra fuente. Siempre es preferible que elaboréis utilizando vuestras palabras. Si copias directamente, colocadlo entre comillas y citar autor, libro y página.
  • En los blogs voy a apreciar el nivel de profundización en las reflexiones. Así mismo el nivel de complejidad y profundización en la utilización de las imágenes (criterio a la hora de usarlas). Y la continuidad.
  • Cada integrante del grupo firma sus entradas con nombre y apellidos (mejor si se dio así de alta en google y sale automático).
  • En la barra horizontal deberían estar en pestañas una página con cada miembro del grupo con su nombre y apellidos, dentro una fotografía donde se le pueda reconocer, al final linkaremos el vídeo de cierre como proyecto de la asignatura que será un trabajo de no más de tres minutos y una reflexión escrita abajo del link del vídeo. 
  • El vídeo se inspirará en lo tratado en las clases, es absolutamente personal, se valorará profundidad conceptual, estética y adecuación a la asignatura. 
  • Os recuerdo la nota final será un 50% trabajo grupal y un 50% individual (vídeo). Hay que superar ambos para aprobar la asignatura.
  • Aunque nuestro horario se trame en flexibilidad, la asistencia a clase es imprescindible.

Feliz viaje por los blogs.

domingo, 31 de enero de 2016

¡Miedo, miedete, vete, vete, vete!

Una de las plantas que conservo y que contiene la "amenaza"
En nuestra última clase de educación artística recordé el estupendo trabajo que Inmaculada González desarrolló con sus niños de cuatro años. Después de la experiencia desarrollada en nuestra clase de doctorado sobre rituales y miedos de la que tenemos una publicación Texto de investigación sobre "La amenaza" Inmaculada trabajó en su aula de infantil con los miedos de los niños. Había preguntado a los padres y esta era la principal inquietud, antes de las rabietas y los celos, así que se animó a poner en marcha el proyecto. Lo hizo con la sensibilidad que Inma tiene, a partir de las propuestas de los niños y sintonizando con ellos. Cuando les preguntó por sus temores los niños comentaron de muchos y variados miedos: brujas, lobos, quedarse solos, fantasmas... luego se dedicaron a dibujarlos en hojas especiales, todos excepto una niña "carismática" que dijo no tener miedos. Luego de juntar una buena cantidad de dibujos sobre esos miedos, es decir, tenerles a la vista, estuvieron varios días debatiendo cómo hacer después para deshacerse de ellos y sobrepasarlos, al final se les ocurrió hacer un sobre súper bonito, meterles dentro y luego ponerlo en la clase en un sitio estratégico para que vinieran los piratas (un niños significó que efectivamente los piratas son ladrones) creyendo que era un tesoro y se los llevaran. Fueron metiendo en el sobre los dibujos siguiendo el ritual del ¡miedo miedete, vete, vete, vete! cada vez que colocaban un dibujo en el sobre, y aquel descansó en su lugar estratégico hasta que un día desapareció.
Pena que cuando se vio que ya no estaba el sobre y todos los niños brincaban de alegría, la niña carismática, que no tenía miedo y había dibujado mariposas y princesas, y luego brujas pero porque le gustaban también (cuando vio a los otros niños dibujarlas, no por que se le ocurriera a ella de inicio), pues dijo que ahora era ella la que tenía miedo y que no había funcionado el ritual.
Menuda faena, menos mal que a otro de los niños se le ocurrió que podían hacer atrapa-miedos como medida de excepción, y así acabar con el problema.
Los hicieron, se los llevaron a sus casas y la cosa terminó en paz y bien.
Es ahora releyendo el texto que me he dado cuenta que el comportamiento de la niña que primero no tenía nunca miedo y después de que los demás solucionaran el suyo les estropea el tinglado podría cuadrar con una estructura psicopática, esto suena brutal al referirse a un niño y evidentemente me faltan muchos datos, pero no podemos olvidar que los casos de bulling que se dan en la escuela probablemente están orquestados por niños que no tienen empatía y que incluso disfrutan viendo sufrir a otros. El profesor Iñaki Piñuel es experto en este tema y tiene una amplia bibliografía al respecto de esta pandemia social. En mis lecturas de las memorias de prácticas este año encontré una referencia en la anécdota que contaba una estudiante de un niño que se quejaba siempre de ser empujado en el patio y él a su vez era muy poco popular y tendía a ir chocando sin control con otros niños (todos de cuatro años). Investigando la situación, mi estudiante relata que vio que era un mismo niño el que golpeaba siempre al quejoso y a su vez tuvieron que observar durante días hasta comprender que un tercero era el jefe que organizaba toda la trama y explicó "como una pequeña mafia".
Escalofriante y a la vez muy expresivo de lo que ocurre en los centros escolares y nuestra responsabilidad de detectar conductas violentas o manipuladoras lo más precozmente posible.









miércoles, 27 de enero de 2016

Miedos y Antídotos y organizando el curso

El problema de los límites
La semana pasada iniciamos temporada, llegó el sol invictus y nuestras clases de educación artística. Esta vez en el grupo de futuros profesores de educación infantil hay hombres, es una buena novedad, y justamente uno de ellos -Manu- preguntó si tendríamos algún límite en las clases. Yo les había planteado el sistema de horario flexible para el estudiante que llevamos trabajando en los últimos años y cómo iba a ser la dinámica de la asignatura (eminentemente vivencial -sorpresiva incluso para mi- pero tranquilos todos,  que cumpliremos el programa con mucha alegría). Y sí resulta que hay un límite: el respeto de unos a otros y cada cual a sí mismo, ese punto fundamental que algunas veces se nos olvida, y lo inflijimos, y otras lo remontamos (en pequeñas cosas, para las grandes ya tenemos las noticias).
Colecciones de miedos
Luego iniciamos una dinámica para entrar en calor este enero, por parejas nos contamos una pesadilla, una muy mala verdaderamente, y soñada ayer o hace muchos años, igual da. Primero lo contaba una persona, luego la otra.
Había que poner mucha atención y empatía y escuchar el sueño del compañero como si fuera nuestro. 
Luego cada cual pensaría en un miedo que le despertó el sueño de su pareja y viceversa.
Compartimos los miedos para después buscar los antídotos. Al compartir pudimos darnos cuenta que verdaderamente los miedos de cada cual nos conciernen a todos, y es estupendo que se puedan imaginar antídotos.


Como una chica del grupo -Gema- quedó desparejada pues su compañera se tuvo que marchar, tuve la suerte de compartir sueño con ella, y el suyo a mi me reactivó el miedo antiguo a "no tener alas". Como antídoto vimos que podíamos sencillamente imaginar y sentir que sí las teníamos y concentrar esa sensación en el cuerpo con un gesto, un gesto que fuimos haciendo más pequeñito (recordando las indicaciones que me enseñó en su día Jéssica Cabrera con los arquetipos). Eso fue muy bueno. 
Por si fuera poca suerte ya, unos días después Luisito Lechuga componía una canción "Alas llevamos"  ALAS LLEVAMOS verdaderamente el antídoto estaba al completo, porque la música, como los arquetipos, nos nueve tanto las emociones. Alas llevamos y afortunados somos. 
Bienvenidos al Sol Invictus.