En nuestra última clase cuando estábamos ya en ese tiempo tranquilo de la última hora de repente apareció el tema del color rosa, y a mi se me ocurrió proponer el día del color rosa, todos vestidos de rosa, con comida, objetos etc rosas, porque lo desarrollamos en talleres con otros colores y otros grupos y fue muy interesante.
La cosa es que primero la idea pareció gustar, pero enseguida se vio que había personas francamente incómodas, no les gustaba nada esto de venir de rosa. Estuvo muy bien porque dio pie a reflexionar. Efectivamente el rosa es un color denostado, se asocia a lo femenino y por tanto a la mujer. Aunque en el planteamiento la idea es que viniera todo el mundo de rosa (chicos incluidos) lo cierto es que aquello molestaba a las mujeres, porque a esa hora ya no había hombres en la clase. Pudimos ver cómo el color rosa es muy controvertido, por una parte, comercialmente y en tradición cultural se asocia a las niñas y se adjudica como color característico. Las tiendas están llenas de cosas rosas, y son para niñas. Para los niños el color es el azul, pero curiosamente, este color no resulta tan desagradable ni molesto y si hiciéramos un día del color azul tengo la sensación de que no produciría ese malestar, aun cuando sea el color atribuido a los varoncitos... ¿verdad que da que pensar? qué tendrá de malo y desagradable el color rosa... en sus diferentes versiones, del magenta primario más vibrante a un rosa palo, yo sinceramente no le veo lo malo por ninguna parte. Pero como está asociado a las niñas, pues lo vemos ñoño, nos parece estereotipado... y vuelvo a mirar el azul, y me inquieta. El azul no tiene mala prensa, es un color que nos hace pensar en tranquilidad, es un color elegante, lo usa todo el mundo... (el rosa no lo usa todo el mundo con naturalidad como el azul, aunque se hinchen las tiendas a vender cosas para niñas en florido rosa).
Me parece muy injusto, y una vez más, tengo la sensación de que se trata de un problema de poder, de autoridad de sexo-género detrás de este asunto del color. Cosa que sufrimos todos, hombres y mujeres, porque pensad en un hombre que le encante la gama de rosas y trabaje en un banco, por ejemplo. Podría parecer poco importante tanta historia por un color, pero detrás de este detalle hay ese valor cultural que no se dice directamente, a saber: lo adscrito a la mujer es inferior y por lo tanto degradante (podemos incluir aquí, color rosa, falda, tacones, maquillaje, etc todo lo que un hombre solo podría usar en condiciones carnavalescas o con una finalidad determinada que lo justifique). Y es algo de nuestra historia reciente, pues los tacones los usaban también los hombres en las cortes europeas antiguamente, y el color rosa también fue utilizado por ellos en ciertos ambientes aristocráticos (recordando sobre todo iconografías pictóricas, haced memoria).
Después de esta reflexión y esta oportunidad que apareció en la clase, y del comentario de otra compañera que indicó que si la performance se podía hacer sin sentirla (por el sentido performático que puede tener ir vestido de un color, si bien he de decir que performativamente es algo sencillo con una carga relativa, pero que depende, como se ha visto con el espinoso rosa), y otra más que dijo que si cada cual eligiera un color... pues bien, según el proceso que estamos siguiendo con el cuento de Blancanieves propongo lo siguiente:
- Para la próxima clase del 17 de marzo, incubar un personaje del cuento y asociarlo a una gama de color, puede ser cualquier color, pero tiene que ser una gama de color. Entonces: un personaje del cuento al que le asociamos un color, venimos ese día vestidos de esa gama de colores, todo lo posible, es decir de cabeza a pies.
- Llevamos también un objeto que nos atraiga por su color fundamentalmente y que consideremos podría ser un antídoto al peine envenenado, las joyas emponzoñadas, las flores mortíferas o la manzana fatal, según las versiones del cuento.
En la clase mostraremos las gamas de colores elegidas, observaremos coincidencias en la asociación de personajes y/colores y también compartiremos esos objetos salvíficos.
Feliz incubación.
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