miércoles, 25 de marzo de 2015

Hacer mandalas, tener el tiempo

Los mandalas que quedaron diseminados cambiaron la energía del lugar

Hace un par de semanas estuvimos haciendo mandalas an el Parque del Retiro, habíamos ido con el grupo de Educacion Infantil. Nos colocamos en un espacio mandálico donde una mujer justo había estado haciendo tai chi.
Los mandalas se hicieron con los elementos
naturales encontrados en el jardín
El mandala es una imagen del centro, existe en todas las culturas, en nuestro contexto lo podemos encontrar en los rosetones de las catedrales, en las rotondas de los jardines y en diferentes formas decorativas. En oriente hay los más hermosos mandalas, en el Tibet mandalas de arena. En otras culturas se viven mandalas bailados.   Se encuentra en todas las civilizaciones, es un arquetipo universal, una imagen numinosa con gran carga emocional. Por lo general los mandalas tienen el carácter de lo efímero, se hacen y se deshacen después, o se deja que las contingencias del tiempo lo hagan por nosotros. A través de este gesto de construcción y de destrucción, aceptamos los cambios innerentes a todo lo vivo y a toda materia.
Los mandalas, círculos, se han relacionado con la protección, es una forma envolvente que nos hace sentir en cobijo. Los magos y brujas los han utilizado en sus conjuros, en diversas religiones se usa el círculo cuando se pide lo bueno.
Hoy en día encontramos numerosa bibliografía en torno al mandala, inclusive libros con mandalas para colorear. En diferentes talleres se trabaja el mandala en la comprensión de sus efectos benéficos y sanadores.
Mientras hacemos un mandala, si nos tomamos el tiempo, conseguimos entrar en un espacio interior muy precioso, un lugar de calma. El mandala refleja nuestro momento psíquico y de alguna forma, hasta en los tiempos más caóticos, ayuda a equilibrarnos. Haciendo mandalas recuperamos un tipo de orden interno, una clase de armonía. Trazando un mandala viajamos a nuestro centro, pasamos por nuestra corteza, nuestros espacios de protección, viajamos a través de nuestra vulnerabilidad, llegamos al centro. Comunicamos el exterior- interior y nos hacemos un poco más conscientes de nuestra unicidad. Ningún mandala es igual a otro, lo mismo que todos somos semejantes y maravillosamente distintos a la vez.
En esta época en que es difícil tener tiempo para según qué cosas, sobre todo para las que no significan logros exteriores cuantificables, darnos ese espacio y ese tiempo que implica hacer un mandala no es fácil. Solemos ir apresuradamente y no nos permitimos instantes de recogimiento. Pero todo es cuestión de proponerse hacer de otra manera. Una escuela donde permitiéramos al niño "ser" y tener su tiempo, sería una gran revolución. Las grandes transformaciones, aparecen en las pequeños e importantes gestos.
Para abundar sobre este arquetipo y su relación Occidente- Oriente lo mejor es el libro de Jung El secreto de la flor de oro.

jueves, 5 de marzo de 2015

Esto es arte, esto no es arte

Entrada del espacio de las fotos de Koons con Cicciolina, porno en
el arte contemporáneo con alegría
Hace un par de semanas estuvimos viendo en clase la obra de Marina Abramovic con las estudiantes de Educación Infantil.
En un momento apareció el tema de la legitimación de lo que sea o no arte, este asunto delicado, complejo. Yo les conté cómo en un congreso de educación artística esta cuestión había desatado una performance que probablemente fue parte del proceso de incubación de la performance posbolonia. A alguien le habían dicho que lo que hacían en su centro "no era arte" Performance: Esto es arte, esto no es arte
La exposición más visitada. Koons me recuerda los productos de una
tienda de todo a un euro en gran tamaño
Comentamos que en terrenos artísticos, vivimos la complejidad producida por una parte, por la costumbre de que personas sin formación artística opinen y sienten cátedra sobre productos artísticos (sobre el trabajo de un cirujano nadie osa hablar), a la vez que la especulación en el mercado del arte hace endeble la reputación profesional digna en este ámbito de trabajo.
La exposición de las Guerrilla en Matadero. Ellas tratan de
reivindicar justamente la presencia de la mujer y las minorías
en las exposiciones y salas de arte actual, denunciando la
especulación y la manipulación de estos ámbitos
Entre la idea de que un artista es un genio tocado por el dedo divino (de preferencia macho), y que la legitimización de lo que sea arte ha de hacerla esa "casta" preparada (¿?) (lo de casta por usar un término muy de moda hoy en día y porque verdaderamente, la forma en que se reparten el tinglado galeristas, directores de museos, críticos etc es bastante poco clara), coloca el entramado en un lugar muy complejo.
Desde la educación artística se abre el debate, se aprecia la producción creativa de niños y adultos, independientemente de que no sean artistas, y se considera arte, arte infantil por ejemplo. Arte es un producto artístico creado desde un sujeto que lo siente como tal. Profesional del arte es alguien que se dedica al arte como experto, es su oficio, su "metier". Dentro de los profesionales del arte hay mejores y peores, hay muy buenos y hay bazofia, como entre los dentistas, los costureros, los abogados etc. En todas las profesiones hay mejores y peores profesionales.
La educación artística puede contribuir mucho en la sanación del infectado aspecto especulativo y desnaturalizado de lo que se considera arte, y del adecentamiento del profesional, desde su reconocimiento correcto sin retóricas ni exageraciones "geniales". 
La exposición de Jeff Koons ha resultado éxito absoluto de visitas en el Centre Pompidou, hay que reconocer el poder mediático de este artista que estuvo casado con Cicciolina y del que se puede decir muchas cosas, pero no que sea discreto precisamente. Para mi el fenómeno Koons se parece en el plano de la estética visual, al de las 50 sombras de Grey en lo literario. Producto de masas de una sociedad que ha perdido su estructura tradicional y se disuelve buscando posibilidades de vivir, en un medio líquido (Bauman), donde todo es de usar y tirar, abocado a la obsolescencia, de los objetos a los afectos, y que necesita desesperadamente ser reinventado.

El hacedor de marionetas


En el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid encontramos una instalación, peculiar, intimista. Se ubica en el centro del espacio, es una caravana habitada por diferentes criaturas. De la caravana salen sonidos y la atmósfera es onírica.
El lugar de la exposición ya ayuda al tratarse de un palacio de vidrio, recuerda un cuento de hadas, y esta propuesta de los artistas Janet Cardiff y George Bures Miller de Canadá, parece perfecta para este escenario.
El arte contemporáneo en su virtud de hacernos entrar en un baño de experiencia estética.
Podemos aproximarnos y mirar, hay algunas figuras que se mueven. Podemos imaginar.
Encontraremos una sorpresa, que imagino apreciarán las compañeras de Educación Infantil. Como dice el texto de la muestra: < "Considerad/ a una chica que se está desvaneciendo, / con los brazos lánguidos como zanahorias viejas, / sumida en un trance hipnótico, / en un mundo de espíritus / hablando con el don de lenguas...". Y al igual que en el poema Briar Rose (Sleeping Beauty) de la escritora americana Anne Sexton, ésta es una bella durmiente alejada del popular relato infantil. Aquí la figura dormida se convierte en una metáfora que nos lleva a intuir otras historias escondidas.>