lunes, 16 de marzo de 2020

Coleccionando pequeñas cosas mientras el tiempo pasa



Hola, os he puesto esta imagen de playa y mar porque en estos momentos en que estamos limitados en nuestro movimiento a mi, ir a ver y respirar el mar, es lo que más echo de menos. Llevaba algún tiempo pensándolo, que en cuanto pudiera iba a ir. Y ha pasado esto.
Estamos en un momento extraordinario para apreciar desde las más pequeñas cosas, a otras más grandes, o quizás comprender que son enormes, las más pequeñitas. Yo vi por primera vez el mar con ocho años. Alguna generación anterior a mi lo vieron mucho mayores. Mi primer avión lo tomé con 30 años. Era otra época. Nos hemos acostumbrado de hace tiempo a que todo era relativamente fácil y posible, por lo menos para los más privilegiados de entre nosotros, de los que me siento formar parte. Ahora de repente, no puedes ni salir a pasear, ni a correr, ni a ver a una amiga, ni a la familia, ni mucho menos ir a ver y oler el mar.
Así que estamos teniendo la oportunidad de prestar atención a las pequeñas cosas. Es un gran salto cuántico y estético también esto que está pasando.
Y en sincronía con este pensamiento llegó el precioso vídeo de mi compañera Clara Megías en que nos enseña cómo hacer colecciones con pequeñas cosas, para despertar la sensibilidad estética en los niños. Yo voy a hacerme mi colección aprovechando que seguiré haciendo una limpieza de primavera pues llevo tiempo en ello. Os animo a que también hagáis vuestra colección y la compartáis en vuestros blogs.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Antídotos de educación artística

Cómo tener confianza en tiempos pandémicos

Actividades de Educación Artística a desarrollar en casa y durante el tiempo de moratoria de clases (sustituyendo las actividades del 16 y del 23 de marzo).
1- Empezamos escuchando el siguiente vídeo y realizando la visualización/meditación que indica.


2- Habremos buscado una fotografía en que aparezca nuestro cuerpo completo.
A partir de esta fotografía realizamos una silueta de un tamaño como de DINA-3 (puede ser también algo más grande, lo importante es que sea de un tamaño suficiente que nos permita trabajar sobre ella).
La silueta la duplicamos para tener la parte anterior de nuestro cuerpo y la posterior. Concentrándonos en nuestra memoria de vida y con un código que nosotros entendamos, vamos a señalar, con texturas, colores etc... cada una de estas cuestiones (inventamos el código personal secreto antes).
  • Lugares de nuestro cuerpo que nos gusten
  • Lugares de nuestro cuerpo que nos disgusten
  • Lugares de nuestro cuerpo que nos hayan dolido o nos duelan regularmente, vulnerables
  • Lugares de nuestro cuerpo que nos guste nos toquen
  • Lugares de nuestro cuerpo que no nos guste nos toquen
  • Lugares de nuestro cuerpo que recuerden memorias diversas por accidentes, caídas o enfermedades, o lo que sea
  • Lugares de nuestro cuerpo que recuerden eventos positivos del tipo que sea
Terminado esto observaremos las siluetas, delante y detrás y reflexionaremos sobre lo que vemos. En estas siluetas estará marcado mucha de nuestra historia de vida, podemos también colocar referencia a los años en que ocurrió tal o cual evento de alguna forma que nosotros entendamos.
Con que lo comprendamos nosotros es suficiente, no hace falta que lo entienda nadie más. Si en algún momento no nos seguimos cómodos con el proceso, lo paramos.
En el dossier de la asignatura incluiremos una reflexión y la imagen de ambas siluetas delante/detrás, no hace falta detallar cuestiones personales, expresar solamente lo que se quiera y en el sentido de cómo el proceso nos gustó o no, si podemos hacerlo o no con niños y desde qué edad.
Esta parte de la propuesta si la desarrolláramos en clase la habríamos realizado en papel continuo tumbándonos en el papel para que otra persona nos dibuje la silueta y luego y a partir de ese soporte trabajar los mismos puntos enumerados antes. Indudablemente el tiempo en clase no permite algo muy profundo y en una sola silueta concentraríamos parte delantera y trasera del cuerpo.
Si tenéis papel para hacer vuestras siluetas a gran tamaño también podéis hacerlo así en casa.

3- Podemos volver a escuchar- visualizar la meditación taoísta de la sonrisa interior (link compartido arriba).

4- Utilizaremos un muñeco preferiblemente que tengamos en casa o que nos de alguien para no comprar. La idea es convertirlo en un mini-yo empoderado, de tal forma que en ese mini-yo las debilidades se conviertan en fortalezas, lo que nos gusta de nuestro cuerpo se potencie, y lo que nos disgusta se transforme en positivo. Los dolores desaparezcan etc. Nos sentiremos identificados con el mini-yo que habremos personalizado absolutamente.
En el dossier de la asignatura compartiremos imágenes de nuestro mini-yo transformado y una reflexión acerca del proceso, de lo que pensamos que hemos encontrado de positivo y si creemos que podemos aplicarlo en niños y de qué edad.

Sugerencia: Realizar esta actividad con niños de la familia, hermanos, padres, abuelos etc... que se animen a hacerlo también, silueta y mini-yo empoderado, cada cual hace lo suyo pero nos ayudamos unos a otros y lo compartimos en familia.

jueves, 5 de marzo de 2020

Hacer una performance para tomar conciencia

Propuesta performática a distancia de la artista italiana Mónica Mura

Desde ayer miércoles y hasta el viernes estoy participando en un Congreso en la Facultad de Bellas Artes sobre performance. En este evento he descubierto la propuesta de performance a distancia de la artista Mónica Mura. Me parece muy interesante. Se trata de intercambiarse con otra persona de sexo diferente la ropa o bien algún objeto y llevarlo con normalidad. La clave es no sentirse disfrazado.
Me parece una propuesta fantástica para desarrollar en el aula de infantil, que los niños jueguen a intercambiar su ropa. Los niños desde muy pequeños son vestidos con connotación sexo/género. Aún hoy el azul niño/ rosa niña está presente en el imaginario popular de forma más o menos consciente. 
Animo a mis estudiantes de educación artística a que reflexionen sobre ello, lean el cartel propuesta de Mónica Mura y se planteen hacer algo así ellos mismos, para poderlo hacer también con niños. 
Se trata de que los niños puedan convivir con el uso de las piezas del guardarropa desde la diversidad de los objetos, dejar de estigmatizar como ropa de mujer o ropa de hombre (la falda por ejemplo, que los hombres no se atreven a usar de forma normal, solo en carnaval y con sentido irónico).