lunes, 20 de abril de 2015

Caperucitas al rojo vivo


En el Museo ABC, en la Calle Amaniel 29-31 y hasta el 31 de mayo hay una exposición en torno a  Caperucita Roja. Diversas imágenes inspiradas en el cuento, ilustradores de otras épocas y versiones contemporáneas, como la de la artista Mar Ferrero que admiro mucho.
Caperucita Roja es una historia que prácticamente todos recordamos. Las versiones más antiguas eran orales, la más conocida y primera recopilada, la de Perrault, con el famoso final "y se la comió", tan truculento. Luego vinieron los Grimm con el leñador salvando a la abuela y a Caperucita. De esas antiguas versiones, los "Cuentos de la abuela" con detalles escabrosos y una Caperucita muy astuta que burla al lobo. Hay historias de Caperucita por todo el mundo, hasta en China hay una versión de tres hermanas que se asemeja enormemente al cuento de Caperucita.
En Caperucita hay un viaje iniciático por el bosque, un rito de paso, un encuentro con el depredador y una re-elaboración de lo femenino.
Yo he trabajado durante algunos años a partir de este cuento. Podéis encontrar aquí la obra bidimensional: Le Petit Chaperon Rouge y aquí un trabajo colaborativo y performático, un viaje iniciático con los arquetipos del cuento: No pasa nada

sábado, 11 de abril de 2015

Coser una frase para ti


Cada día somos más conscientes de que todos llevamos un niño/niña interno que nos acompañará hasta nuestra muerte. El ser infantil que fuimos, vulnerable, todavía alucinado de ser en este extraño mundo, adaptándose, creativo, magnífico pero también lleno de miedos.
De adultos a veces esa criatura aflora cuando no lo desearíamos y nuestros cuerpos grandes hacen rabietas y se comportan como críos, en cuerpos curtidos, qué cosa más extraña, qué anacronismo. Y nos pasa. Otras ese ser infantil nos hace dar piruetas y sorprende al entorno y a nosotros con salidas magníficas, con respuestas inesperadas, con mucha alegría de vivir.
Es a esa parte interna que vamos a dedicarnos esta semana.
Buscaremos una foto querida que nos acompañará junto a la cama y la llevaremos a clase el día en que nos afanaremos por hacer un trabajo para ella.
Con un trozo de tela, hilo (elegiremos el color), dedal, tijera, bordaremos una frase, una frase que la reconforte, que la potencie, que la ampare, que la propulse, que la acune. Una frase incubada a lo largo de esta semana y que llevaremos escrita en un papel.
Así coseremos, porque cada día se cose menos, ya ni muchas chicas saben coser ¿Qué pasó? Cultura de comprar y tirar, no zurcimos la ropa, que se rompe más que nunca. 
Pero coser genera ondas alfa en nuestros cerebros y nos hace mucho bien, y conecta con la tradición de lo femenino y la ensalza y dignifica, coser es saludable.
Os recomiendo una lectura si queréis trabajar el niño interno: Recuperar el niño interior. AAVV. Kairós, todo futuro maestro/maestra haría bien en mirarse el niño interno, todo ser humano, porqué no. 
Si todos lo miráramos igual no habría escritores como Simone de Beauvoir diciendo en La mujer rota "Los niños nunca son otra cosa que semillas de canallas" (he leído que el 5% de los niños que maltratan a sus padres terminarán siendo profesores de universidad).